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Una pierna por 50 mil pesos

  • Foto del escritor: Ecos: Reportajes
    Ecos: Reportajes
  • 18 jul 2020
  • 5 Min. de lectura

Sobre la esquina de Boulevard Bellavista con Avenida Fuentes de Satélite camina Rodrigo Hernández Gutiérrez. Con una mano se apoya en el bastón que compensa la cojera de hace más de cinco años y sobre su espalda carga una mochila roja llena de rosarios de madera que oferta a veinte pesos. Cuando la luz roja del semáforo detiene a los pocos vehículos que circulan, Rodrigo se acerca y levanta su mano para pedir dinero. Los conductores no bajan sus ventanas, apenas voltean a ver al hombre con la pierna vendada y chueca que, a media pandemia, y sin cubrebocas, se acerca hacia ellos.


La luz cambia a verde. Rodrigo regresa a la banqueta, se detiene y suspira. “ De hecho ahorita acabo de quitarme mi cubrebocas, acá lo traigo, pero ya ves con este calor uno se sofoca. Pero sí me lo pongo”.


A espaldas de él, cruzando la calle, sobre la fachada anaranjada de la escuela privada

Instituto Cultural Copán, contrastan las letras moradas que dicen SECUNDARIA y

PREPARATORIA. “ Yo soy de un pueblo chico. Se llama San José en Oaxaca. Yo ahí fui a la escuela. Es un pueblo chico, pues, de unos, cuatrocientos habitantes. Allá estudié, primaria nada más” comenta mientras se limpia el sudor con una mano. De acuerdo a la INEGI, la escolaridad promedio a nivel nacional es de poco más que la secundaria concluida, mientras que en Oaxaca es de la primaria concluida y poco más del primer año de secundaria. “ Allá no hay trabajo y si no trabajas te mueres de hambre. Sí hay cosecha de maíz, pero no se gana mucho. Por eso uno debe buscar, más o menos, algo, una vida…”


Hombre con la pierna vendada, bastón en la mano y cargando una mochila roja
Rodrigo, vendedor de rosarios

Rodrigo migró de Oaxaca a Toluca, donde comenzó a vender dulces en la calle a sus 15 años. “Yo vendiendo me la pasaba bien, pues. Platicaba con mis amigos, descansaba un rato. ¿De qué te preocupabas, pues?”


Hoy, a sus 30 años, Rodrigo reside en la localidad de San Mateo Otzacatipan, en el municipio de Toluca; tercer lugar en casos confirmados de Covid-19 en el Estado de México. La esquina donde pide dinero está ubicada en el municipio de Naucalpan de Juárez; cuarto lugar en casos confirmados de Covid-19 en el Estado de México. Entre ambos lugares hay una separación de 72.7 kilómetros que Rodrigo debe recorrer en transporte público.


— Siempre llego 11:30, yo creo. Y me voy como a las tres. Me voy a Toreo y de ahí

para Toluca. Me hago dos horas o dos horas y media... En total son como 150 pesos al día de puro pasaje, ida y vuelta.


— ¿Cómo llegó hasta acá por primera vez?


— La primera vez que llegué aquí, pues pasé por acá, me trajo una fundación. Una

señora me trajo de Toluca para acá por Atizapán y pues aquí me puse. Fue hace unos dos o tres años. Y nomás no me corrían y no me corrían. Ora ya viene uno con ese riesgo de que no me dejen y pues voy a venir en balde.


—¿Quién lo corre?


— Los policías son los que a veces me corren. Pero es por el jefe de la colonia de

aquí de Bellavista. Él viene y los manda a ellos. Me dicen los oficiales ‘no pues no hay

problema, joven. Mientras no venga el señor no hay problema. Pero si viene él, lo siento pero pues te tienes que ir’.


— ¿Cuándo lo corrieron por primera vez?


— Ya hace como seis meses, en Enero. Me dijeron que no se podía trabajar y pues me fui. Cada 15 días vengo acá, luego me quedo en Toluca a vender, pero sale mucho menos. Entonces vengo cada 15 ó 20 días para evitar el disgusto con el señor. Pero cuando más saco la mercancía es cuando más vienen y me corren.


— ¿Más que cuando solo pide dinero?


— Ajá, pues por eso me pongo a pedir de a pie limosna. Pero me da pena también. De hecho yo siempre he vendido los rosarios.


— ¿Cuánto le toma hacer un rosario?


— Me tardo media hora o veinte minutos nada más en hacer uno. Sí cuesta trabajo. Y hacer uno me cuesta diez pesos, la mitad de a lo que los vendo.


— ¿Cómo aprendió a hacerlos?


— Un amigo que vende rosarios en Tollocan me enseñó. Se llama Roberto. Él vio que ya me costaba mucho cargar con una mano los chicles, los mazapanes, con una mano no podía. Tons que me dice ‘mira, yo vendo rosarios, yo los hago y no inviertes mucho’ en ese tiempo costaba seis pesos hacer uno porque estaba más barato el material.

— ¿Qué le sucedió en la pierna?


— Me atropellaron.


De acuerdo con el Plan de Desarrollo Municipal 2016 – 2018 el municipio de Metepec,

Estado de México, es de los más ricos. Al mismo tiempo, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) coloca a Metepec en la novena posición nacional y la primera a nivel estatal en el Índice de Desarrollo Humano . Hace cinco años, en las calles de aquel municipio, Rodrigo solía vender dulces, chicles y mazapanes.


— Un día me pidieron un cigarro, y pues me quedé en la calle y ya se puso el siga y yo en medio y … pues ya sabes, se peló. Todos mis amigos me ayudaron, algunos vendían loterías, muchas cosas diferentes ahí. Me llamaron la ambulancia, uno me acompañó. En el hospital estuve como un mes. Estuve en terapias como un año. Vino mi hermano desde Torreón y estuvo como un mes y medio acá y me estuvo cuidando. Ya que me recuperé pues le dije ‘Ya estuvo, hermano, gracias, ya me voy a poner a chambear’... Yo quiero trabajar normal, normalmente. Pero hay mucha gente que te humilla, te grita o te discrimina. Ya ve. Yo tenía una novia, pero me dejó. Antes yo andaba bien, caminaba bien, todo. Jugaba futbol, bailaba y pues poco a poco la novia se fue alejando. Ahora estoy solo, pues.


— ¿Y ahora no tiene familiares que lo apoyen?


— Mi papá tiene ocho años que falleció, mi madre ya tiene como unos dos, más o

menos. Tengo hermano nada más que vive en Torreón. A veces me manda para el pasaje. Pero lo que pasa es que no gana mucho. Si él quisiera apoyarme, pues tiene a su esposa, sus hijos y su familia


— ¿Qué le hace falta para su recuperación?


— Me cuesta mucho trabajo cargar y caminar Me pidieron un corset que me cuesta tres mil pesos para la columna. También una cirugía, de 50 mil pesos. Pero no es seguro que quede bien, pueden ser una cirugía o tal vez dos para que quede. Veré con el tiempo, pues. También mi bastón me dura me dura como año, año y medio y tengo que comprarlo


— ¿Y sí le sale para ahorrar?


— Pues al mes, las primeras dos semanas son pa’ la renta, mil doscientos pesos. Otra semana es para invertir en los rosarios y otra semana me queda para juntar y ahorrar. Orita como está todo cerrado en Toluca no hay ningún lugar abierto. Entonces me vengo a este semáforo, como que la gente compra un poquito más. Orita, con la pandemia, me ha bajado 50% la venta. Si antes vendía 500 hoy vendo 200 ó 300. Menos lo que me cuesta venir para acá. Pero a veces hay choferes que no me cobran ni un peso de pasaje de aquí a Toluca. Poco a poco estoy juntando, estoy guardando. A lo mejor de aquí a un año me puedo operar.



Redacción: Brandon Celaya

Fotografía: Brandon Celaya


Con información de:


INEGI:


García Yagüe, S. (2018). La marginación en tres localidades urbanas del municipio de Metepec, Estado de México, México. Tecnogestión, 15(1).


Secretaría de Salud:




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