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La hegemonía blanca de la muerte

  • Foto del escritor: Ecos: Reportajes
    Ecos: Reportajes
  • 4 jun 2020
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 13 jun 2020

El 25 de mayo de 2020 George Floyd fue asesinado por el oficial Derek Chauvin. Tras la liberación de varios videos en internet que muestran el homicidio de Floyd, Estados Unidos se llenó de protestas multitudinarias que exigen poner fin al racismo con el que se maneja la fuerza policíaca estadounidense. A la fecha de publicación de este artículo (4 de junio de 2020) las protestas se han extendido a lo largo de todo Estados Unidos y a otros países como Nueva Zelanda, Alemania, Francia Canadá y Holanda, entre otros. El enojo y la inconformidad que se muestran en estas marchas no son solo fruto de un asesinato o de algunas “malas manzanas”. No. Las protestas son la respuesta ante un sistema político y económico construido gracias a la necropolítica: la cual en Estados Unidos se refleja como el control hegemónico sobre la muerte de las poblaciones racialmente marginadas.


¿Qué es la necropolítica?


En términos simples la necropolítica es la forma de poder que adoptan los Estados cuando se adjudican el derecho a matar y a dejar morir. En palabras de Achilles Mbembe, filósofo camerunés, “la expresión última de la soberanía reside ampliamente en el poder y la capacidad de decidir quién puede vivir y quién debe morir”.

La necropolítica, para Mbembe, tiene su motor principal en el racismo, pues este representa la “destrucción organizada, para una economía del sacrificio, cuyo funcionamiento requiere, por un lado, el abaratamiento del precio de la vida y, por el otro lado, una habituación a la pérdida”. El racismo, como forma de deshumanizar a la otredad, ha servido como pretexto para las invasiones y genocidios colonialistas y neocolonialistas, para justificar la esclavitud y también para que un grupo dominante pueda distinguir entre las vidas que vale la pena preservar y aquellas que han de morir.


Racismo y brutalidad policiaca


George Floyd fue asesinado en Minneapolis, la ciudad más poblada de Minnesota. De acuerdo al portal de noticias Al Jazeera, en Minnesota los ciudadanos de población negra tienen una probabilidad cuatro veces mayor a la blanca de ser asesinados por las fuerzas policiacas. Los ciudadanos afroamericanos en Minnesota representan total tan solo el 5% de la población, no obstante también representan el 20% de casos de asesinatos en manos de las fuerzas de la ley estadounidense. A nivel nacional, la población negra tiene una probabilidad 2.5 veces mayor de ser ejecutados por la policía que la población blanca.


El autoritarismo de Trump


De acuerdo al New York Times, durante la serie de protestas en memoria de Floyd han muerto al menos seis personas, centenares han sido heridos y la Guardia Nacional ha sido llamada a dispersar las protestas en al menos 21 estados. Bajo el pretexto de los saqueos llevados a cabo durante las protestas e ignorando que los bienes saqueados fueron repartidos entre la población de escasos recursos, Trump amagó con utilizar al ejército para reprimir las protestas. Incluso tweeteó la frase: “when the looting starts, the shooting starts [Cuando los saqueos inician, los disparos inician], misma frase utilizada en 1967 por Walter Headly, entonces jefe de la policía de Miami, quien llevó a cabo una “guerra contra la población negra de entre 15 a 21 años” bajo el pretexto de ser una guerra contra la inseguridad.

La amenaza de Trump de utilizar al ejército y potencialmente justificar la muerte de protestantes ejemplifica la necropolítica en su faceta más directa. Para Mbembe, “el estado de excepción y la relación de enemistad se han convertido en la base normativa del derecho de matar”.


Marginados y asesinados por el sistema


De acuerdo a estadísticas publicadas por la organización Bread for the world, los afroamericanos son la población que más sufre de hambre y pobreza en Estados Unidos. También son la población que tienen menos acceso a la educación y por ende a trabajos con un salario digno. La marginalización de la población negra no solo repercute en los índices de pobreza, sino en su forma de morir. Durante la pandemia ocasionada por el llamado Coronavirus, la población afroamericana ha muerto, en número, tres veces más que la población blanca, de acuerdo a cifras publicadas en The Guardian. Esta es la faceta discreta de la necropolítica, aquella en que gracias a la marginalización de un sector de la población, éste es dejado a su suerte y son los primeros en morir durante los tiempos de crisis.


Últimas palabras para Floyd y los protestantes


La necropolítica adoptada por los Estados busca justificar la muerte de ciudadanos en protesta bajo el pretexto de que son “enemigos de la democracia”. Las palabras de Mbembe resuenan hasta ahora cuando nos dice que: “nuestro tiempo es uno de disposiciones paranoicas, violencia histérica y procedimientos para aniquilar a todos a los que la democracia declaró como enemigos del estado”.

Protestantes, saqueadores, repartidores de riquezas, y destructores de propiedad son unos cuantos de los “enemigos del estado” que los gobiernos buscan utilizar para expandir su poder necropolítico y así justificar su dominio sobre la vida y muerte de la población.

La muerte de George Floyd no pasará a la historia (como tristemente ocurre día a día) como una estadística más, sino como la que ocasionó que las víctimas de la marginalización salieran a la calle y visibilizaran a gran escala la violencia y el racismo estructural imperante.

Ocho minutos y 46 segundos fue lo que duró el asesinato de George Floyd y mientras Estados Unidos y el mundo entero veían a Derek Chauvin aplastarle el cuello todos compartimos su grito: “I can’t breathe!”. ¡No puedo respirar!





Redacción: Brandon Celaya

Imagen: Ana Karen de la Torre


Con información de:


Al jazeera:



BBC:


Bread for the world:


El País:


Kiro 7:



Mbembe, J., 2011. Necropolítica. España: Melusina.



Mbembe, J. & Corcoran, S., 2019. Necropolitics. Durham: Duke University Press.




Redfish:


The Guardian:




The New York Times:


Las traducciones del inglés al español son obra del autor de este artículo.




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