Manuel Buendía: el asesinato que salpicó a Bartlett
- Ecos: Reportajes
- 30 may 2020
- 3 Min. de lectura
El 30 de mayo de 1984 el periodista Manuel Buendía salió de su oficina ubicada en Insurgentes sur. Momentos después, su cuerpo yacía en el estacionamiento del edificio con cuatro heridas de bala disparadas a quemarropa. Cinco años más tarde, en 1989, José Antonio Zorrilla Pérez fue arrestado y sentenciado a 35 años en prisión por ser el autor intelectual del asesinato. Al momento del homicidio, Zorrilla fungía como director de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), dependencia que respondía directamente a la Secretaría de Gobernación, en cuya cabeza se encontraba el hoy director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) Manuel Bartlett Díaz.
Manuel Buendía era considerado el periodista con mayor influencia en los medios escritos durante el siglo XX en México. En su columna, Red Privada, el periodista de Zitácuaro, escribía sobre narcotráfico, infiltraciones de la CIA en México y sobre las relaciones entre la ultraderecha empresarial con altos funcionarios de la época. De acuerdo a Carlos Moncada, en su libro Oficio de muerte, antes de su asesinato “Buendía trabajaba en un tema de seguridad nacional o bien de narcotráfico en el que estarían implicados altos funcionarios”. Por otro lado, el semanario Proceso en su edición 1924 comenta que “por años, se ha insistido en que fue un asesinato de Estado por la supuesta información que el periodista poseía sobre actos de corrupción del entonces presidente Miguel de la Madrid, fallecido en abril del año pasado [2012]. También, sobre la alegada colaboración de autoridades civiles y militares con el narcotráfico”. Otra hipótesis sobre el asesinato, viene por parte de José Agustín, en el tercer volumen de su crónica titulada Tragicomedia Mexicana. En esta crónica, José Agustín registra que “una hipótesis en boga planteaba que Bartlett encargó el asesinato a Zorrilla porque el periodista había obtenido información sumamente confidencial y comprometedora que involucraba al secretario de Gobernación con el narcotráfico”.
Tras el asesinato de Buendía, tanto la PGR como la DFS iniciaron investigaciones aparte. No obstante la DFS se apoderó de la escena del crimen, de las evidencias y de lo testigos. De acuerdo a Proceso “la DFS, por instrucciones de Manuel Bartlett, se encargó inicialmente de la investigación. Después, pasó a la Policía Judicial Federal, hasta que, finalmente, quedó a cargo de la Policía Judicial del Distrito que, en rigor, tendría que haberse encargado del caso desde un principio”. El periodista Carlos Moncada agregar que “tanto él [Manuel Bartlett], y en primera instancia el presidente Miguel de la Madrid, cometieron una falta grave: en lugar de dar cumplimiento a la ley entregando la investigación, de inmediato, a la Procuraduría General de la República, la dejaron en manos del director federal de seguridad, José Antonio Zorrilla, el autor intelectual del asesinato”. Para José Agustín “Manuel Bartlett difícilmente pudo haber sido ajeno al asesinato, y cuando menos solapó la escandalosa eliminación de pruebas que el entonces director de la DFS [José Antonio Zorrilla] llevó a cabo”.
Después de que en 1985 el narcotraficante Rafael Caro Quintero huyera hacia Costa Rica presentando credenciales de la DFS, firmadas por Zorrilla, este último tuvo que dejar la Dirección Federal de Seguridad. Más tarde la DFS se convertiría en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN). Posteriormente, Zorrilla sería nombrado candidato a diputado federal por el PRI, pero al final la mala reputación que cargaba lo hizo huir del país hacia España.
De acuerdo a Proceso, en febrero de 1993 se condenó a 25 años de cárcel a Juan Rafael Moro Ávila (sobrino-nieto del expresidente Manuel Ávila Camacho) y a Sofía Marysia Naya Suárez, como autores materiales del asesinato de Manuel Buendía. La misma sentencia la obtuvieron los excomandantes de la DFS Juventino Prado Hurtado y Raúl Pérez Carmona. A José Antonio Zorrilla, quien fue detenido en 1989, se le condenó a 35 años de prisión, por ser el autor intelectual del asesinato. En febrero de 2009 se le otorgó a Zorrilla su preliberación. No obstante, tras no presentarse a la entonces Dirección de Ejecución de Sanciones del Gobierno del Distrito Federal, Zorrilla fue aprehendido nuevamente el 13 de junio de ese mismo año. El involucramiento de Bartlett en el asesinato de Manuel Buendía nunca fue investigado.

Redacción de: Brandon Celaya
Imagen: Ana Karen de la Torre
Con información de:
Agustín, J. (2013). Tragicomedia mexicana 3. México: Debolsillo.
Aristegui Noticias:
Crónica:
Cultura Colectiva:
El Universal:
Excelsior:
Granados Chapa, M. (2013). Buendía: El primer asesinato de la narcopólitica en México. México: Grijalbo.
Moncada, Carlos. Oficio de muerte. Penguin Random House Grupo Editorial México. Kindle Edition.
Proceso:
Comments